hoy salí a caminar, recorrí el parque, mire niños jugar, correr felices y de pronto me vi a mi mismo en algún espacio del tiempo; jugando con un amigo imaginario, ese que estaba siempre a la vuelta de la esquina, el que me acompañaba siempre cuando estaba triste, cuando estaba feliz... muchas veces me sentí solo y el estaba ahí para darme una palmada en el hombro, dándome fuerzas, quizás esperanzas para enfrentar ese horizonte de bruma que se alzaba delante de mi...
Muchas veces la noche me sorprendía pensando en mundos fantásticos que solo viven en la mente de un chiquillo inocente que espera la llegada de la luna, su mas fiel amiga en la distancia, la misma que iluminaba su carita de ángel, robándole una sonrisa cristalina... porque no existían preceptos, no me manipulaba esta mirada turbia, solo necesitaba un poco de dulzura. No existía el tiempo, ni siquiera me percataba de esta realidad absurda, todo era claro, tan fácil… y de pronto despierto de mi sueño momentáneo y a esta nostalgia la arrugo y la guardo en el bolsillo...
Ayer esperaba a la luna, hoy solo espero que me acerques tu mano de bruma así me siento de nuevo en ese pasado que de vez en cuando me llama para descansar en su blancura, para sonreír sin un argumento, mas que tu real excusa y olvidar, olvidar que pienso, hacer una pausa larga en el árbol de mis dudas y simplemente ser en el momento un alma desnuda... hoy, una vez más, caí en la trampa de la nostalgia, quizás sea que a medida q pasa el tiempo, añoro aquellos días felices...
Añoro tantas cosas de mi vida pasada... pero el presente me despierta y el mañana me recibe con sus brazos abiertos... una vez más me detengo en el parque a ver los niños jugar, pero esta vez los observo por sobre el hombro, con una sonrisa de reojo, sacudo mi cabeza y sigo mi camino hacia ese horizonte que extrañamente ya no es gris...
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